DESARROLLO DEL CONFLICTO

El 25 de marzo de 2003, los rebeldes conquistaron la ciudad de Tine, la cual se encuentra cerca de la frontera de Chad. En ella, pudieron conseguir grandes cantidades de víveres y armamento.
Un factor por el que ganaron fue que los militares no contaban con tantos recursos ya que la mayoría de su milicia estaba controlando la Segunda Guerra Civil Sudanesa. Además, el ejército enviado estaba poco entrenado para combatir en el desierto, en consecuencia su actuación fue ineficiente.
Así, por ejemplo, el 25 de abril de 2003, entre el Ejército del MLS y el MJI, entraron en al-Fashir y atacaron a la guarnición mientras dormía. Hubo bajas de ambos lados pero mayor número de personas del lado militar, logrando un éxito sin precedentes.
En los meses siguientes, los rebeldes vencieron 34 de 38 enfrentamientos; el MLS comenzó a moverse al este, hacia Kordofán.
En 2004, Chad participó en la negociación de alto al fuego entre el gobierno sudanés, el MJI y el MLS.
Lamentablemente, luego de la firma del acuerdo, tanto los yanyauid como los rebeldes siguieron atacando.

ACUERDO DE PAZ
El 5 de mayo de 2006, el gobierno de Sudán firmó un acuerdo con la facción del MLS liderada por Minni Minnawi. Sin embargo, el acuerdo fue rechazado por el MJI y por una facción del mismo MLS liderado por Abdul Wahid Mohamed el Nur.
El acuerdo consistía en el desarme de las milicias yanyauid y la incorporación de los efectivos de los grupos rebeldes negros al ejército sudanés.

OBJETIVO DEL CONFLICTO
En pleno conflicto y ante las constantes derrotas por parte del gobierno, éste decidió utilizar una política de exterminio contra los rebeldes, es decir, contra la población africana de la región haciendo que los yanyauid, quienes anteriormente habían participado a favor del gobierno (masalit , 1996-1999), se convirtieran en un grupo paramilitar.
Este grupo premilitar actuó sin límite alguno, y ocasionó muertes que para muchos constituyó un genocidio, pues las agresiones fueron dirigidas contra un grupo racial. Diversas personalidades compararon lo sucedió en Darfur con lo ocurrido en Ruanda.
Por supuesto, ello es enfáticamente desmentido por el gobierno de Sudán, motivo por el cual crea inconvenientes para determinar el número exacto de víctimas que ha dejado el conflicto hasta este momento. Sin embargo, diferentes organizaciones han realizado informes en donde se estima que deben existir más de 200.000 muertos, dos millones de desplazados y otras víctimas. La mayoría son mujeres y niños, quienes han sido víctimas, entre otros, de secuestros, torturas y de agresiones sexuales sistemáticas .